Hay uno en todos los salones del cómic, en todos los mercadillos y en todos los encuentros y sesiones de firmas: un joven novato, ingenuo y nervioso que, durante algún silencio del turno de preguntas y respuestas levanta la mano y pregunta con voz trémula: ¿De donde sacáis las ideas?
¿Y sabes que hacemos? burlarnos.
Nos cachondeamos de él y ridiculizamos a ese pobre zoquete llorón delante de sus colegas. Lo degradamos, lo humillamos por completo y lo dejamos echo rodajas ensangrentadas con nuestro ingenio implacable y cáustico.
Le hacemos saber que, solo por haber hecho semejante pregunta, ha quedado rebajado sin remedio a la categoría intelectual de un sacapuntas. Después cuando ya no podemos reírnos con más sadismo del pobre hacemos que se valla de allí con la cabeza baja como un burro enfermo, si ya se que esta mal, pero da igual tenemos que hacerlo, y la razón es que:
En primer lugar, en ese caótico y lúgubre lodazal de opiniones y medias verdades que conforman la teoría artística y la critica, es la única pregunta que merece la pena. En segundo, no sabemos la respuesta ni como conseguirla y nos da miedo que alguien se entere.
Escrito por Alan Moore al final de cómic v for vendetta
"¿A Qué se asemejaría el universo si estuviera cabalgando sobre el final de un haz de luz a la velocidad de la luz?"
ResponderEliminarLa pregunta es una de las herramientas mas poderosas de la reflexión, universalmente, siempre nos brinda la oportunidad de subir de nivel en los campos que más indagamos.
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